'Colombia ni simpatiza ni apoya a Hamas. Sus acciones son barbáricas'

hace 1 semana 26

Tras la decisión del presidente Gustavo Petro, anunciada en la Plaza de Bolívar de Bogotá, el 1 de mayo, de romper relaciones diplomáticas con Israel, el canciller encargado, Luis Gilberto Murillo, en entrevista exclusiva con EL TIEMPO responde todos los interrogantes sobre el trascendental hecho.

Señor canciller, Luis Gilberto Murillo. ¿Era necesario llegar al extremo de que Colombia rompiera relaciones con Israel?
Agradezco su pregunta como una oportunidad de volver a explicar por qué tomamos esta decisión. El gobierno colombiano está comprometido seriamente con la paz, tanto a nivel interno como más allá de nuestras propias fronteras.En múltiples ocasiones el Gobierno colombiano ha insistido en un alto al fuego en la Franja de Gaza y en el fin del sufrimiento humano que allá se está viviendo y que se ha calificado por muchos como un genocidio.

Puede que el momento del anuncio de Petro cause sorpresa, pero su retórica contra Israel y sus amenazas hacía presagiar este desenlance.

El presidente Gustavo Petro durante su discurso del 1 de Mayo en la Plaza de Bolívar.

Foto:Getty Images

Pero, hay espacios internacionales para mostrar la posición de Colombia...
Colombia ha exigido, igual que muchos otros países y organismos internacionales, que Israel respete el derecho internacional humanitario y acate las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas, particularmente las emitidas por el Consejo de Seguridad. Sin embargo, esos llamados no han sido escuchados. Colombia y el mundo ven a diario cómo la hambruna se cierne sobre la población y cómo miles siguen cayendo víctimas de la de las acciones bélicas de Israel, que no ha respetado los principios de distinción, proporcionalidad y precaución, que sustentan el derecho internacional humanitario. La tragedia que acontece en la Franja de Gaza es de tal magnitud que requiere respuestas inmediatas, en el marco de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario. También, a la comunidad internacional le preocupa el aumento de la violencia en Cisjordania. Colombia no puede ser cómplice ni guardar silencio manteniendo relaciones diplomáticas con un gobierno que se comporta de esa manera.

Hay voces que dicen que, con esta ruptura, Colombia puede perder más que Israel porque, entre otras cosas, pierde margen de maniobra diplomática. ¿Usted cómo lo ve?
En una guerra nadie gana. Desde el 7 de octubre de 2023, más de 34 mil personas han muerto en Gaza, la mayoría de ellos niños, niñas y mujeres inocentes. Colombia, como potencia mundial de la vida, promueve la paz y no la guerra. No creo que defender la vida y los derechos de las personas pueda considerarse, en ningún escenario, como una pérdida. No perdemos porque la ruptura es con un gobierno, no con el pueblo de Israel. Tenemos garantizada la atención a los connacionales y sus asuntos allá. Ese comportamiento de Israel lo está llevando al aislamiento. Colombia está del lado de la justicia y la humanidad. Los conflictos deben resolverse con el diálogo. Y aún en la guerra hay reglas que respetar, sobre todo para proteger a la población civil. De allí que Colombia se presentó en el marco de la opinión consultiva ante la Corte Internacional de Justicia y, además, se unió al caso presentado por Suráfrica ante el mismo tribunal internacional.

¿Cómo explicar que a pesar de la cantidad de crímenes que Israel está cometiendo en Gaza, muchísimos países -entre ellas las democracias occidentales- no hayan llegado a este extremo?
Cada país y cada gobierno tienen una forma diferente de ver las cosas y parten de realidades políticas y contextos domésticos distintos. Yo no puedo opinar por los otros. Lo que sí le puedo decir es que Colombia parte de su compromiso moral y práctico con el derecho internacional y cree firmemente en el multilateralismo y en la defensa de la vida. Le repito, ¿cómo mantener relaciones con un gobierno que actúa como lo está haciendo Israel, sin respetar el Derecho Internacional Humanitario? Insisto, nosotros somos respetuosos del Derecho Internacional, de los principios de las Naciones Unidas. Por todo esto, se tomó la medida anunciada por el Presidente Gustavo Petro.

Los expresidentes de Colombia coinciden en señalar que la decisión del presidente Petro es un error. ¿Qué respuesta les da usted a esas reflexiones?
Romper relaciones diplomáticas con el Gobierno de Israel fue una decisión dura, compleja y difícil que no se tomó a la ligera. Esta decisión refleja lo duro, complejo y difícil del conflicto Palestino–Israelí y lo inaceptable de lo que está sucediendo en Gaza. Desde hace varios meses, el Ministerio de Relaciones Exteriores venía evaluando varias opciones en la toma de decisiones relacionadas con la posición del país. Lamentablemente, Colombia no podía seguir en el mismo estadio de relacionamiento ante tantas atrocidades.

Bombardeos en la Franja de Gaza.

Bombardeos en la Franja de Gaza.

Foto:AFP

¿Hay quienes creen que la decisión fue un acto de emoción por parte del presidente Petro en el marco de su discurso del 1 de mayo ante sus seguidores?
Desde octubre de 2023, el presidente Petro planteó por primera vez la posibilidad de romper relaciones con Israel si no se ponía fin a la barbarie. En febrero, se manifestó sobre la suspensión de la cooperación militar. En marzo pasado dijo que si Israel no acataba las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, donde se pedía el alto al fuego, se procedería a terminar los lazos diplomáticos. Y finalmente eso sucedió porque Israel no ha cumplido. El rompimiento de relaciones diplomáticas es la consecuencia de seguir despreciando el Derecho Internacional.

Al romper relaciones, ¿el propio presidente Petro no cierra una puerta en la que él hubiera podido ser un facilitador para hallar una solución al conflicto?
En varias ocasiones Colombia ofreció sus buenos oficios para realizar una conferencia internacional de paz que pudiera tratar la cuestión Palestina y el conflicto en Medio Oriente. Reiteradamente el Presidente ha buscado otras opciones, pero lo que se recibe como respuesta han sido insultos y acusaciones infundadas de antisemitismo.

¿Qué le puede decir a los 5 mil colombianos que hoy viven, trabajan o estudian en Israel?
A nuestros connacionales les envío un mensaje de solidaridad por las condiciones que enfrentan, pero también les digo que no los hemos abandonado. Mantenemos los servicios consulares y esperamos que sigan operando con normalidad, sin cambio alguno para no perjudicar a la población colombiana radicada en ese país.

¿Y cómo van a hacer ahora los empresarios colombianos que tienen negocios con Israel?
Como le mencionaba, la ruptura de relaciones se da a nivel diplomático. Hay un relacionamiento privado y de negocios que estos agentes privados mantienen y esperamos que no se vean afectados.

Una de las mayores preocupaciones entre los expertos pasa por los efectos en la seguridad para Colombia. Por ejemplo, el mantenimiento de los helicópteros, el suministro de armas para los organismos de seguridad del Estado, entre otras cuestiones vitales, que Israel suministra a Colombia. ¿Cómo queda eso?

Como Estado tenemos obligaciones internacionales. ¿Cómo vamos a tener proveedores acusados de cometer tan graves crímenes? La industria militar y de defensa es amplia y siempre hay proveedores que no estén cuestionados con violaciones al DIH y a los derechos humanos. El Ministerio de Defensa ha definido un plan para responder a los desafíos que implica la ruptura de relaciones.

Israel mostró su molestia por la decisión del Gobierno mientras que Hamas, la organización terrorista que atacó a Israel en su territorio y secuestró a centenares de sus ciudadanos la celebró. ¿Qué opinión tiene, señor canciller, de esto?

Nuestra posición en ningún momento se puede malinterpretar como un apoyo a un grupo como Hamas. Hemos condenado sus acciones que se han calificado como barbáricas y, además, hemos exigido, junto a un grupo importante de países, que se dé la liberación inmediata de los rehenes sin ningún condicionamiento. Eso lo quiero dejar muy claro. Colombia no simpatiza ni apoya este tipo de grupos y condena sus acciones violentas. Colombia tiene una política exterior que reconoce a Palestina y a su gobierno legítimo en Ramala, en el marco de la solución de los dos Estados.

A propósito, entre las víctimas del ataque a Israel por parte de Hamas hubo ciudadanos colombianos cuyas familias creen que el Gobierno del presidente Petro no expresó suficiente solidaridad. De hecho, entre los aún secuestrados, hay un colombiano. ¿Qué cree de esto?
Rechazamos la violencia, deploramos las guerras y defendemos la paz por encima de todas las cosas. Nosotros hablamos de paz y no de guerra. El gobierno colombiano está al lado de las familias de las víctimas. Nuestra embajadora Margarita Manjarrez, que en ese momento aún se encontraba en Israel, brindó la asistencia necesaria y, aun atendiendo semejante emergencia humanitaria, los acompañó en esos duros momentos, porque además conocía a las familias y siempre estuvo presente en los actos fúnebres y en sus casas. Incluso, a una colombiana sobreviviente con quien estableció un vínculo particular y apoyo en esos momentos críticos. Y todo el equipo de la embajada asistió a los colombianos al 100 por ciento sin descanso.

¿Qué ha hecho Colombia por ese rehén?
La embajadora fue quien se acercó a la esposa del rehén en poder de Hamas para registrar a su hijo como colombiano y empezar el trámite de la nacionalidad. Hay que recordar que se aceleró ese trámite de la nacionalidad y que el Presidente le otorgó la nacionalidad por un carácter excepcional y de humanidad, porque el Gobierno está atento a sus nacionales y se trata de una esposa y madre colombiana que sufre por su esposo. Reitero, somos enfáticos en exigir la liberación inmediata de todos los rehenes secuestrados. De hecho, como lo dije anteriormente, hace unos días nos unimos a otros 17 países para solicitar en conjunto que fueran dejados en libertad todos los secuestrados.

Entre los críticos a la decisión, argumentan que Colombia quedó en el bloque de Irán en la geopolítica global. ¿Es así?
Colombia hoy tiene una altura internacional que hacía mucho tiempo no ostentaba. Nuestra voz se escucha fuerte en los foros internacionales y en todos los escenarios donde se habla de los temas relevantes para el mundo. Eso solo nos pone en el lado de la diplomacia y el liderazgo internacional. Eso es como decir que todos los que están pidiendo el alto al fuego, la entrada de ayuda humanitaria, la solución de dos estados, la paz -que son la mayoría de estados y organizaciones internacionales- estamos equivocados o al lado geopolítico de uno u otro. No, estamos del lado del Derecho internacional, los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario.

Estados Unidos ha dicho que dos de sus principales aliados son Colombia e Israel y que no le gusta que tenga diferencias. ¿Qué responder a esto?
La relación de Estados Unidos y Colombia está en un muy buen momento. Somos socios estratégicos y cooperamos en muchas áreas. Sin embargo, Colombia es un país libre, independiente y soberano. Nuestras opiniones y decisiones no dependen de los condicionamientos de nadie. En ese sentido, seguiremos orientando la política exterior progresista del gobierno del presidente Petro en un marco de reciprocidad e independencia.

Usted es el canciller de Colombia, pero también el embajador en Washington. ¿Cómo va a hacer para enfrentar la molestia y sorpresa que se siente entre republicanos y demócratas por esta decisión?

Como lo dije anteriormente, con Estados Unidos tenemos conversaciones francas, honestas y abiertas, donde cada uno expresa su punto de vista y este se respeta. El Congreso de Estados Unidos y otros centros de poder e influencia no son la excepción a este abordaje, que es integral y bipartidista en nuestro relacionamiento en ese país.

A propósito, ¿qué opina de críticas a su gestión, entre ellas, por ejemplo, en este diario la columnista María Isabel Rueda lo señala de "perro faldero" del Presidente y dice que usted "perdió su prestigio como canciller en Washington que ejercía con gran donaire y queridura", y de quienes afirman que no se sabe cuál es la política exterior del país?

Es una muestra de quienes quieren quedarse en el pasado de una diplomacia sometida a intereses foráneos. Lo que hacemos desde la Cancillería es responder a una política exterior clara, de independencia, con apego a los criterios del multilateralismo y sin acciones ni decisiones caprichosas. El Gobierno ha sido consecuente como lo hemos dicho a lo largo de esta entrevista. Hay personas que hablan sin sustento y sin verificar información antes de expresarla. Hay algunos sectores del país que están incómodos porque este gobierno le ha dado voz y representación en altos cargos del gobierno a personas como yo, que venimos de la Colombia profunda y diversa que durante años la élite ha querido invisibilizar.

Finalmente, ¿es posible que el Gobierno del presidente Petro reconsidere la decisión y se reanuden las relaciones con Israel?

Las relaciones internacionales no se basan en supuestos, sino en realidades y la realidad hoy es que no tenemos relaciones diplomáticas con el gobierno actual de Israel desde el 2 de mayo. Esperamos que el gobierno de Israel cumpla con sus obligaciones dentro del marco legal de la comunidad de naciones. 

ARMANDO NEIRA, EDITOR DE POLÍTICA DE EL TIEMPO

​@armandoneira

Read Entire Article