'Es imposible para las EPS mantenerse como aseguradoras únicas del sistema' : Ana María Vesga

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La semana pasada se conoció mediante un comunicado de prensa el acuerdo alcanzado en la Casa de Nariño respecto a la conversión de las EPS en gestoras de salud. Al respecto, EL TIEMPO habló con Ana María Vesga, presidente ejecutiva de Acemi, el gremio que agrupa a una oncena de EPS del régimen contributivo.

¿En qué consiste el acuerdo de la semana pasada?

Lo que el presidente Petro y el ministro Jaramillo anunciaron es la decisión del Gobierno Nacional de presentar nuevamente un Proyecto de ley al Congreso, con una reforma de la salud circunscrita a 48 artículos. En el marco de ese proceso, las EPS trabajamos con el Gobierno en la revisión y ajuste de 12 artículos, cuyo eje central define el rol de las nuevas empresas gestoras de salud.

¿Qué opinión le merece la afirmación de que las EPS "se entregaron"?

Nosotros hoy tenemos un gran reconocimiento por la labor de promover la salud de los colombianos. Eso es lo que sabemos hacer. Las tensiones de la política son un territorio en el que evitamos avanzar. Desde octubre pasado enviamos una propuesta al Ministro para transformarnos en gestoras. Esa propuesta reconocía que, en las condiciones actuales del sistema, es inviable mantener el riesgo financiero y también planteamos unas funciones esenciales para nuestra transformación.

¿Cuál sería su nuevo rol?

Luego de un año y medio de discusiones complejas y de buscar alternativas para lograr el equilibrio financiero del sistema y defender el papel de las EPS, llegamos a la posibilidad de transformarnos en gestoras en mejores condiciones de las planteadas inicialmente. Recordemos que en la primera ponencia del proyecto radicado hace un año, las EPS desaparecían y después del primer debate se transformaban en gestoras, pero con un rol poco claro, responsabilidades diluidas y tangencial participación en la gestión en salud de la población.

En un modelo que va a ser intensivo en atención primaria y en inversión en infraestructura, hay que tener también los mecanismos para proteger los recursos.

¿Y ahora?

Este nuevo texto que se someterá al Congreso aclara mejor nuestras funciones: participaremos en la conformación de las redes, celebraremos convenios de desempeño con la mediana y alta complejidad, evaluaremos y articularemos con el primer nivel de atención. En general, mantenemos la función de representación del paciente. 

¿Qué aportarían las EPS de hoy al uevo esquema?

Nuestro conocimiento y capacidad que, a fin de cuentas, se traduce en la satisfacción de los pacientes. El Dane publicó la semana pasada la Encuesta Nacional de Calidad de Vida, según la cual el 83,6 por ciento de los colombianos califican como buena o muy buena la calidad del servicio de su EPS. Sabemos que hay cosas por mejorar, pero esa nota significa que sabemos hacer las cosas bien y es en ese conocimiento en el que basaremos nuestro trabajo como gestoras. 

¿Por qué hay que cambiar las EPS si son bien calificadas?

Compartimos con el Gobierno parte del diagnóstico. El sistema es mejorable, especialmente en los territorios. También hay que fortalecer las estrategias de atención primaria, pero hay que asegurar los recursos para ello, sin descuidar a los enfermos. En la situación actual y en las condiciones de financiamiento que se han planteado, es imposible para las EPS mantenerse como aseguradoras únicas del sistema. Por eso, esperamos que los cambios nos permitan permanecer en el modelo y lograr un escenario beneficioso para todos. Mayor cobertura, mejor calidad para el paciente, recursos suficientes para que el sistema funcione sin rezagos. Las EPS vamos a seguir haciendo lo que mejor sabemos hacer: una atención integral de los pacientes.

¿Qué sucede con el riesgo financiero que asumen hoy?

Transformadas en gestoras, no asumiremos más el riesgo financiero. Y la razón es simple: el sistema tiene un problema de financiamiento estructural no resuelto. La UPC no alcanza y el riesgo de esa insuficiencia lo han asumido las EPS y los prestadores hasta el nivel de riesgo sistémico que tenemos ahora. Hoy hay más de 26 millones de colombianos en EPS intervenidas y podrían ser más si no acordamos una transición pacífica y ordenada. En ese escenario lo que le insistimos al Gobierno es que nos permita mantener nuestros afiliados y seguir gestionando su salud con integralidad. Hay que insistir en que la reforma que se apruebe debe asegurar que hay control e incentivos al control del gasto. En un modelo que va a ser intensivo en atención primaria y en inversión en infraestructura, hay que tener también los mecanismos para proteger los recursos. 

¿Cómo resolver el problema financiero?

Cuando iniciamos la conversación con el Gobierno pedimos que de forma paralela hiciéramos una mesa amplia con presencia de todos los actores y desde luego, el Ministerio de Hacienda para revisar la coyuntura financiera. La realidad para las EPS es que se apruebe o no la reforma, hemos demostrado que la UPC no alcanza, que nos estamos gastando en promedio 103 pesos de cada 100 que recibimos. Las pérdidas acumuladas en las EPS están afectando la calidad y la oportunidad en la prestación, la entrega de medicamentos y, en general, a todos los prestadores. De ahí la importancia de iniciar esa mesa el 2 de mayo. Confiamos en que podamos lograr un consenso técnico sobre el financiamiento de la salud. 

¿Les gusta el nuevo proyecto de reforma?

Nuestra conformidad con el nuevo articulado se refiere al rol de las gestoras. Para ser puntuales, son 12 artículos. La reforma que someterá el Gobierno al Congreso de la Republica tiene 48 artículos y se refiere a otros aspectos como el uso de las fuentes del sistema, el papel de la Adres, la conformación del Consejo Nacional de Salud, la transformación de las ISE, entre otros. Desde Acemi entregamos al gobierno un documento con alertas y recomendaciones sobre algunos de esos puntos y pudimos exponerlos también. Pero, claramente, la reforma del sistema tiene que ver con todos sus actores. Nosotros somos una parte de ese universo, pero sin duda, el diálogo debe ser amplio e involucrar pacientes, usuarios, academia, profesionales de salud, prestadores o proveedores. En esto insistimos mucho al Gobierno y lo seguiremos haciendo. Es la base del consenso, de la legitimidad y, además, la garantía de que asumamos entre todos las transformaciones y mejoras que se requieren. 

Nos sentiremos satisfechos si podemos seguir contribuyendo en la gestión de la salud de los colombianos y si logramos resolver los problemas de financiamiento. 

¿En que no están de acuerdo?

El texto que se propone es un abreviado del proyecto de ley aprobado en Cámara. Desde el inicio y en todos los espacios hemos insistido en temas como la importancia de no fragmentar los niveles de atención, ni la unidad financiera que representa la Unidad de Pago por Capitación, así como la necesidad de un plan de beneficios explicito. La reforma, cualquiera que sea, debe plantear una ruta clara para el usuario y debe ser sostenible financieramente. 

¿Las EPS se sienten satisfechas con el acuerdo?

Nos sentiremos satisfechos si podemos seguir contribuyendo en la gestión de la salud de los colombianos y si logramos resolver los problemas de financiamiento. La salud es un bien público del más alto nivel jerárquico para todas las sociedades. El Gobierno debe reconocer que todos tenemos un conocimiento construido en décadas de trabajo por aportar y que tenemos una genuina preocupación por los ciudadanos. Esperamos que la nueva conversación en el Congreso sea incluyente, rigurosa y, sobre todo, respetuosa con todos los actores del sistema.

RICARDO ÁVILA
ANALISTA SÉNIOR
ESPECIAL PARA EL TIEMPO

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