Millonarios la sacó muy barata en Barranquilla: apenas perdió 2-1 contra Junior

hace 1 semana 3

Millonarios pudo llevarse una derrota muy dolorosa de Barranquilla. Junior le ganó bien y pudo golearlo. Entre la falta de puntería y las atajadas de Álvaro Montero, el daño resultó siendo pequeño, pensando en lo que queda de los cuadrangulares: apenas perdió 2-1.

Con una nueva baja pocas horas antes del partido, la de Andrés Llinás por una virosis, Alberto Gamero tuvo que volver a jugar al ajedrez y enrocar piezas: ya sabía, desde que salió de Bogotá, que no tenía a Mackalister Silva y Daniel Cataño. Cuando todos esperaban a Beckham Castro, el DT se decidió con Jhoan Hernández como extremo y puso a Danovis Banguero a marcar la izquierda.

Con esa movida, Gamero intentaba evitar la salida de Walmer Pacheco, mientras, por el otro costado, la idea era la misma para tapar a Gabriel Fuentes, mandando por allá a Delvin Alfonzo y Rivaldo Rodríguez.

La idea de Junior, sin embargo, era otra: como en Barranquilla había llovido muchísimo (y la cancha respondió más que bien), empezó a probar con remates desde afuera del área. Y además, con Roberto Hinojosa y Bryan Castrillón, le empezó a manejar la pelota al rival.

Apenas se acomodaba la gente en las sillas del Metropolitano cuando el portero Álvaro Montero tuvo la primera exigencia, un disparo de Fuentes. El experimento azul no funcionaba, porque a Banguero se le notó demasiado la falta de ritmo de competencia: ni marcó ni salió.

La pelota era del local, pero sin hacer mucho daño, y Millonarios le apostaba a contraatacar. Y de un muy mal cobro de tiro de esquina de Daniel Ruiz salió la jugada del gol de Junior, a los 36 minutos. Bryan Castrillón probó de media distancia, otra vez, y cuando la bola iba hacia el arco, Carlos Bacca metió la punta del zapato, desvió y el balón y lo metió en la portería.

Millonarios solo tuvo una clara en el primer tiempo. Nació de otro tiro de esquina de Ruiz, que encontró la cabeza de Juan Pablo Vargas: la bola se estrelló en el horizontal.

El segundo tiempo, en cambio, fue todo de Junior, que al dominio de pelota le agregó opciones. Montero le atajó el 2-0 a Bacca en un mano a mano. El propio atacante de Puerto Colombia se perdió otro al tirar la bola por encima.

Millonarios no la agarraba de ninguna manera y Gamero intentó arreglar el problema sacando a Juan Carlos Pereira y metiendo a Larry Vásquez, y dando por terminado el experimento de Banguero, para meter a Santiago Giordana y mandar de nuevo como lateral a Hernández.

Del 2-0 cómodo a un susto al final

El problema para Millonarios es que si los titulares no podían, el que entró, Vásquez, cometió un error que salió carísimo: perdió una pelota en el borde del área y por tratar de recuperarla, le cometió un penalti a Bacca, que tardó en sancionarse porque el central Carlos Betancur no lo vio. Tuvo que avisarle el VAR. El goleador de Junior anotó el 2-0 a los 23 del segundo. Montero casi lo ataja.

Con el 2-0 a favor, Arturo Reyes, el técnico del Junior, se dio el lujo de guardar titulares para el juego de Copa Libertadores contra Universitario, empezando por Bacca, que le dio poco más de 20 minutos a Marco Pérez para sacudirse.

Pero cuando el partido parecía resuelto, primero se fue expulsado Emanuel Olivera, por doble amarilla, y luego, Jermein Peña cometió una tontería y le pegó un puñetazo a Leonardo Castro. El árbitro pitó el penalti, de nuevo con ayuda del VAR, pero perdonó la expulsión. Castro engañó a Mele y puso el 2-1, a los 41 del segundo.

Millonarios se fue a la desesperada a buscar el empate, pero sin ninguna claridad. Los azules reclamaron un penalti en una de las últimas jugadas del encuentro, por un empujón. No había nada. En esa jugada, Pérez casi marca el tercero desde atrás de la mitad de la cancha.

El partido terminó caliente. Los jugadores de Millos terminaron protestándole al juez y luego peleando con la Policía. Eso no disimula el mal segundo tiempo azul. La verdad, el equipo la sacó barata.

José Orlando Ascencio
Subeditor de Deportes
@josasc