Panamá: ¿por qué hay incertidumbre a pocas horas de elecciones presidenciales y qué tanto influye el expresidente Martinelli?

Después de tres meses de eventos y promesas, este jueves finaliza la campaña política en Panamá para dar paso a la jornada de reflexión de cara a las elecciones del próximo domingo, en las que las y los panameños elegirán a su nuevo presidente para el periodo 2024-2029.

(Le recomendamos: Tras la ruptura diplomática con Israel, ¿qué efectos tiene lo que dijo Petro en la relación entre Colombia y Estados Unidos?)

La jornada de reflexión comienza a la medianoche de este jueves "y, por ende, toda la propaganda política debe terminar", de acuerdo con "el artículo del Código Electoral que fija el periodo de campaña en 90 días, es decir, del 3 de febrero al 2 de mayo de 2024", según un comunicado reciente del Tribunal Electoral de Panamá.

El ente electoral recordó a los partidos políticos, candidatos independientes así como a las agencias de publicidad que deben "retirar de los medios y espacios públicos en exteriores los anuncios que han sido colocados", de manera tal que este viernes 3 de mayo "no haya propaganda política".

En estas elecciones ocho aspirantes se disputan la presidencia, de los cuales cuatro aparecen con alguna opción de triunfo.
​
​(Puede leer: José Mujica: tumor que le fue detectado en el esófago es maligno, ¿qué tratamiento recibirá?)

Pero la tensión se hace cada vez más fuerte alrededor de una de ellas en particular. Se trata d​el abogado derechista José Raúl Mulino -delfín del expresidente Ricardo Martinelli- del partido Realizando Metas (RM), quien si bien lidera las pocas y cuestionadas encuestas disponibles, está hoy envuelto en una controversia judicial por una alegada inconstitucionalidad de su candidatura, la cual analiza desde el martes en una sesión extraordinaria y permanente el pleno de la Corte Suprema de Justicia panameña.

Los otros competidores con probabilidades reales de triunfo son Rómulo Roux, por la alianza de Cambio Democrático (CD) y el Partido Panameñista (PPa); Ricardo Lombana, por el partido Movimiento Otro Camino (Moca), y el expresidente Martín Torrijos (2004-2009), por el Partido Popular (PP).

(Además: La oleada de domiciliarios extranjeros que causa problemas en Estados Unidos: ¿cuál es la razón?)

Mulino lidera la intención de voto con alrededor del 30 %, herencia del popular Martinelli, quien lo designó para sustituirlo tras ser inhabilitado por su condena a 11 años de cárcel por lavado de dinero. A unos 15 puntos están Torrijos, hijo del general Omar Torrijos, quien negoció con Estados Unidos la entrega del canal a Panamá; y Roux y Lombana.

Pero el desenlace es impredecible: la justicia estudia, a última hora y sin plazo, una impugnación contra la decisión del tribunal electoral de permitir a Mulino reemplazar a Martinelli sin haber sido elegido en primarias ni tener un candidato a vicepresidente, como estipula la ley electoral. 

Mulino era el compañero de fórmula del expresidente Ricardo Martinelli. Luego de inhabilitarlo en marzo, el Tribunal Electoral sustituyó a Martinelli por Mulino, lo que motivó la presentación de una demanda por parte de una abogada panameña.

Con esta incertidumbre, tres de los 4,4 millones de panameños están llamados a elegir presidente para los próximos cinco años, en comicios a una sola vuelta y por mayoría simple, a 71 diputados y a los gobiernos locales. 

(Puede leer: 'Soy inocente, muerte de Edwin llega porque me atacó': Daniel Sancho en juicio por asesinato de médico colombiano)

Para Sebastián Fernández de Soto, analista de Control Risks en Panamá, la de Mulino es una situación complicada porque no hay precedentes de un caso similar en la historia del país vecino.

"Es difícil saber cuál será la decisión de la Corte en Panamá. Sin embargo, muchos analistas y candidatos presidenciales en Panamá concuerdan en que Mulino debería ser candidato y la demanda de inconstitucionalidad, basada en elementos de procedimiento, no debería ser aceptada", apunta Fernández de Soto en conversación con este diario.

El analista agrega que una inhabilitación de Mulino "llevaría a una inestabilidad electoral muy grande a meros días antes de la elección", pues él "es el claro favorito y es altamente probable que gane las elecciones el 5 de mayo".
​
​(Además: ¿Por qué dejaron en libertad en México al hermano de líder narco de un poderoso cartel de droga?)

En febrero, poco antes de que se emitió su orden de captura, Martinelli se asiló en la embajada de Nicaragua, desde donde hizo campaña para Mulino, con la venia del gobierno de Daniel Ortega y pese a la protesta de Panamá.

Según una encuesta de la firma Doxa, 65 % de los panameños cree que de ganar Mulino será el expresidente quien gobierne en la sombra.
​
Al respecto, Lina Vega, presidenta de Transparencia Internacional en Panamá, señala en declaraciones a la AFP que, "si gana Mulino, lo que se había avanzado llevando a los tribunales casos de corrupción de alto perfil, incluyendo Martinelli, será borrado con algún formato legal (amnistía, indulto). Será el triunfo de la impunidad".

(Además: ‘Cuando enfrenté a los hombres y me fui de mi pueblo, empezó mi lucha’: Xóchitl Gálvez, candidata a la presidencia de México)

Mulino, por lo pronto, ha optado por evitar decir lo que hará con Martinelli en caso de ganar, pero el resto de candidatos dice que no le facilitarán un salvoconducto al expresidente para que se vaya a Nicaragua.

Pese a la condena y otros líos judiciales, Martinelli es apoyado por muchos panameños que añoran la bonanza económica del país durante su gobierno (2009-2014), sobre todo cuando las principales inquietudes de las y los panameños son hoy el costo de vida, el acceso al agua potable y el deterioro del seguro social.
​
​(Puede leer: Se aprueba en México una polémica reforma pensional: ¿en qué consiste y por qué genera críticas?)

Sea cual sea la decisión de las y los panameños este domingo, lo cierto es que quien llegue a la presidencia enfrentará varios retos. El presidente Laurentino Cortizo sale por la puerta de atrás por denuncia de corrupción en su administración y la agitación social de finales de 2023, detonada por una mina de cobre cuya operación negoció su gobierno. 

"Con los juicios de los Panama Papers y Odebrecht este año, se resalta que la corrupción a nivel gubernamental continua siendo un problema en Panamá. La nueva administración tiene una importante responsabilidad de demostrar que quiere aplicar reformas contundentes para limitar la corrupción en el gobierno", afirma el analista Sebastián Fernández de Soto.

El relevo de Cortizo también lidiará con una economía cuyo crecimiento caerá del 7,3 % en 2023 a un 2,5 % en 2024, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional. 

También con el litigio internacional con Canadá por el cierre de la mina, el deterioro del clima de inversión -vital para el país vecino- y una deuda pública de 50.000 millones de dólares. Y como si no fuera suficiente, deberá asumir la crisis que vive el motor económico del país, el canal de Panamá -por donde pasa el 6 % del comercio marítimo mundial-, el cual debió reducir el tránsito de buques por la sequía que genera la crisis climática y el fenómeno de El Niño.

El territorio panameño es selvático y la zona más inhóspita es la selva del Darién, fronteriza con Colombia. En ella jamás se pudo terminar la ruta Panamericana y ahora sirve de paso de migrantes que desde Sudamérica van a Estados Unidos: más de medio millón en 2023.

Los migrantes, en su mayoría venezolanos, haitianos, ecuatorianos, colombianos y chinos, se enfrentan al peligro de bandas criminales, animales salvajes y ríos caudalosos.

(Ademas: Reconocido mago escapa ileso luego de que pantalla se desplomó durante evento: 'Mi mejor acto de escapismo')

​​Quien llegue a la presidencia deberá sortear una crisis migratoria que ya no da espera a largas. La politóloga Cristina Guevara considera que "el próximo gobierno tiene que priorizar" el abordaje de esa crisis migratoria, así como reforzar su presencia en la zona e impulsar soluciones regionales.

A esa opinión se suma Fernández de Soto, quien señala que "Panamá ha ganado importancia como puerto de distribución para el narcotráfico, y esto ha generado un incremento en la inseguridad. La crisis en el Darién también ha llevado al límite a las autoridades panameñas en relación al manejo de flujo de migrantes provenientes desde América del Sur. El manejo de la inseguridad y la crisis se presentan como retos importantes para la nueva administración".
​
​El tema salió al ruedo durante la campaña que este jueves llega a su fin. Mulino, el gran favorito en vilo, prometió con gran ímpetu: "¡Vamos a cerrar el Darién!". No obstante, ninguno de los otros candidatos presentó planes concretos para abordar esa situación, ni otras como la corrupción, solo generalidades como reformas estatales. 

WILLIAM MORENO HERNÁNDEZ - REDACCIÓN INTERNACIONAL - EL TIEMPO