¿Qué pasará con la abuela que intentaron desalojar de una casa en el oriente de Cali?

Francis Julieth Mejía, habitante de la comuna 11 y quien desde hace más de tres años ha acompañado de cerca la situación de la abuela, como de manera cariñosa la llaman sus vecinos, cuenta que doña Inocencia llegó al inmueble, más o menos en el año de 1992 a vivir con su amiga del alma, quien había recibido la casa como una herencia de su mamá.

“Al fallecer, la abuela busca seguir en la vivienda como lo ha hecho por muchos años y que se le respete su dignidad. Cada vez más se aqueja de su salud y con el operativo policial, mucho más”, dice Mejía, quien también es presidenta de la Fundación de Rohi. 

Francis Julieth Mejía, habitante de la comuna 11 y quien desde hace más de tres años ha acompañado de cerca la situación de la abuela, como de manera cariñosa la llaman sus vecinos, cuenta que doña Inocencia llegó al inmueble, más o menos en el año de 1992 a vivir con su amiga del alma, quien había recibido la casa como una herencia de su mamá.

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“Al fallecer, la abuela busca seguir en la vivienda como lo ha hecho por muchos años y que se le respete su dignidad. Cada vez más se aqueja de su salud y con el operativo policial, mucho más”, dice Mejía, quien también es presidenta de la Fundación de Rohi. 

Sobre el incidente, cuenta que había un “escuadrón completo del Esmad cubriendo toda la manzana, acompañada de policías. Ni porque fuera una delincuente, la verdad ha sido un abuso”.

“En horas de la madrugada estuvieron intimidando desde la puerta; le daban pata, la llamaban y le decían que recibiera dinero… no sabemos quién lo nada. La abuela está muy agotada y se siente triste y dolida”, agrega. 

Además de la caridad de algunos de sus vecinos, Inocencia Amaya logra sumar algo de dinero para su día a día a través del alquiler de parte de la casa para “guardar unas motos de unos chicos que trabajan durante todo el día; a personas les alquila la habitaciones, también para guardar mesas de trabajo de mujeres que trabajan como ambulantes, y montajes de vendedoras de arepas”.

“Ella también en ocasiones pues ha hecho arepitas y vende por la ventana. Los que ya sabemos le compramos y parte de la comunidad le colaboramos de una u otra manera también para el tema de que ella abone a sus servicios públicos y pague el gas y pues pueda tener algo de comida. Esa es la forma como se generan esos ingresos”, comenta Mejía, la aclarar que solo hacen abonos a las cuentas de servicios públicos, debido a que no ha podido pagar el valor total de sus cuentas. 

En cuanto al apoyo por parte del presidente de Colombia, Gustavo Petro, contó que efectivamente llegaron hasta la casa, funcionarios del ministerio de Vivienda, al igual que la secretaría de Vivienda de Cali, para hablar con doña Inocencia y escuchar su caso.

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“Miraron la vivienda y las condiciones en la que está, pues la idea es “cumplir el propósito que todos queremos lograr, poder liberar esta casa del problema que tiene del endeudamiento y también pues poder que ella tener ya el resto de existencia que le quede pues tranquila, porque esto ha sido una violencia patrimonial, una violencia económica… y desde la Presidencia pues nos alegramos saber también que fuimos escuchados”, comenta con emoción Mejía.

Aunque resalta la solidaridad de muchas instituciones y personas que decidieron sumarse la causa de la abuela, Francis Julieth advierte que para evitar que personas inescrupulosas se aprovechen de la situación, las ayudas se reciben a través de la fundación.